Seguir adelante

Un adolescente sabe de dolor, de drama, de problemas, de sonrisas y de llantos. Pero no importa si sabemos mucho y aplicamos poco.


Aquí estoy, siendo fuerte como muchos de ustedes lo han sido, como muchos han temido serlo, como muchos lo son justo en este momento, tal cual como yo. En ocasiones nos ubicamos en una etapa con verdaderas dificultades, donde no sabemos qué acciones tomar o a donde acudir en búsqueda de un poco de ayuda; lo cierto es, que somos más fuerte de lo que creemos, más frágiles de lo que aparentamos ser... Por eso tendemos a desplomarnos con un simple "te quiero".

Un "te quiero", curiosa palabra.

Es extraño como algo tan perfecto puede hacernos tanto daño, 
Como algo que nos destruye en segundos puede extasiarnos de felicidad hasta dejarnos sin aliento,
Como unas simples palabras pueden cambiar nuestras decisiones de manera tan radical.

En los pocos años de edad que tengo he aprendido infinidades de cosas, adquirido una amplia gama de información sobre las personas, sobre sus pensamientos, sobre su vida y experiencias, he llorado en innumerables ocasiones, he sonreído hasta que mis mejillas pedían un descanso, he escuchado hasta quedarme aturdido, he visualizado tantas cosas que aún siento que todo es un sueño... Y aún, sólo soy un adolescente, un niño en proceso de crecimiento, una etapa donde somos tan vulnerables que hasta un chasquido nos puede destruir; por ende tenemos que ser impávidos, unos guerreros intrépidos, ya que, empezamos a ser esos héroes que tanto añorábamos conocer sin siquiera notarlo, empezamos a crecer.

Emprendemos un camino proceloso, donde los temores y la angustia se apoderan de la poca certeza que conservaba, pero aún así, debemos caminar.

Letras confusas