Sentarme a pensar es la mayor forma de reformarme o quizá, de destruirme; porque todo cambia, porque mis pensamientos tienen vida propia. 



Con la corta edad que tengo, he aprendido tanto, que a veces... A veces siento que me he perdido la vida intentando entender cómo es la vida.

He aprendido tantas cosas, pero no he aprendido nada, por eso, hoy, sólo quiero vivir más experiencias..., olvidarme de todo lo que me haga daño, escribir más líneas en mi cuaderno, sellar mis dolores con lágrimas, sonreír hasta que me duelan las mejillas, cantar hasta que me duela la voz, hacer todo eso y mucho más, sin voltear a los lados, sin pensar en mi entorno social que cada vez está más destruido.

Por eso he aprendido, que puedo hacerlo sólo. Emprender mi viaje sin una compañía, porque las mejores experiencias, aquellas que nos quedan para toda la vida, las recordamos con nuestra sombra.


Letras confusas