El diario que nunca escribí

Normalmente siempre tengo un repertorio de cosas qué decir pero siempre callo.


¿Cómo sería un diario si lo escribiese yo? Seguro tendría fragmentos descabellados, aterradores; normalmente la locura siempre predomina sobre mi cordura y el valor la ayudaría a expresarse en unas simples páginas, en todo caso, si alguien lo leyese de seguro me buscaría ayuda, me aislarían en un manicomio, donde sólo podría escribir mis aventuras y no tendría la oportunidad escoger la opción entre lograrlas o quedarme en lo más recóndito de mi monotonía, siendo el mismo cobarde de siempre, temiendo salir de mi área de confort; si alguien lo leyese, de seguro me asesinaría.

Las páginas estarían repletas de desamores y falsas esperanzas, uno que otro nombre amenazaría con escaparse del papel y asfixiarme entre lágrimas. Hoy en día, sólo tendría escrito cuánto te quiero, tu nombre estaría hasta en los márgenes y de seguro escribiría con miedo, con miedo al mañana, con miedo a perderte.

Relataría sobre mis luchas, sobre la batalla que vivo en el presente; una batalla que va dejándome sin fuerzas, que ha dejado más heridas que triunfos y cuando quedé sin esperanza, ya no habrá vuelta atrás; esta pelea por lo poco que sé debe combatirse con la persona a quién quieres, en caso de no serlo así, terminarás en la derrota y morirá el tesoro más grande que puedes poseer, la ilusión.

Pero cuando eso suceda volveré a ser el mismo de antes, dejaré mis sentimientos a un lado, dejaré de llorar por otras personas y me olvidaré de quién soy. Las páginas de mis escritos serán distintas, mis inspiraciones serán otras y seguramente caeré en las sombras de algo que no conozco, pero sé que me hará fuerte, aunque me arrebatará algo vital, algo que es necesario y que nos hace humanos a todos, el querer.

Ese sería mi diario, una mezcla de perspicacia e idiotez, una bipolaridad innata con unos antecedentes sumamente necesarios, unos escritos aterradores pero a su vez reconfortante, el título sería locura, ya qué, la persona que me llegue a entender con plenitud, no estará bien de la cabeza, pero será un gran camarada, un amigo.

1 comentario:

  1. Sin duda las letras son nuestros mejores amigos. Pero nada como aquel amigo que te abraza con su calor. Te extraño mucho.

    Te amo.

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Letras confusas